Un extintor es un dispositivo diseñado para combatir incendios de manera controlada.
Un extintor es un dispositivo diseñado para combatir incendios de manera controlada. Su principal función es apagar o controlar fuegos pequeños y prevenir que se propaguen. Los extintores contienen un agente extintor, que puede ser un líquido, un gas o un polvo, que se expulsa a través de una boquilla cuando se activa el dispositivo.
Los extintores son una parte esencial de la protección contra incendios en edificios, vehículos y otras áreas donde puedan surgir incendios.
Existen varios tipos de extintores, clasificados en función de los tipos de incendios que pueden combatir. Los tipos más comunes de extintores son:
Son efectivos en incendios causados por materiales sólidos como madera, papel, cartón y tela. No deben usarse en incendios de aceites, grasas u otros líquidos inflamables.
Son adecuados para incendios de líquidos inflamables (Clase B) y equipos eléctricos (Clase C), ya que no dejan residuos y no dañan equipos eléctricos.
Pueden combatir incendios de materiales sólidos, líquidos inflamables y equipos eléctricos. Son versátiles y ampliamente utilizados.
Son efectivos para incendios de materiales sólidos y líquidos inflamables. La espuma sofoca el fuego y evita la reaparición del mismo.
Están diseñados para apagar incendios de metales combustibles, como magnesio y titanio. Son menos comunes y se utilizan en entornos industriales específicos.
Son útiles para incendios de materiales sólidos, pero no deben utilizarse en incendios de líquidos inflamables o equipos eléctricos.
Es importante seleccionar el extintor adecuado para el tipo de incendio que pueda ocurrir en un entorno particular. La señalización y la capacitación en el uso de extintores también son aspectos esenciales de la protección contra incendios.
* Según el R.D. 1942/93 de 5 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios y el R.D. 2060/2008 de 12 de diciembre por el que se aprueba el Reglamento de Aparatos a presión, ésta prueba debe realizarse cada 5 años a partir de la fecha de su fabricación y hasta un máximo de 20 años para extintores.